miércoles, 22 de julio de 2009

Etapa 9: Chamonix

Nos levantamos a los pies del Mont Blanc y nos vamos directos al teleférico Aiguile du Midi,
a un minuto andado de donde hemos dormido, que sube hasta 3800m al pie del Mont Blanc. Por
culpa del viento sólo se puede subir hasta 2300, pero nos da igual. Hacemos un par de rutas
(Lac Blue, y a los pies de un glaciar). En nuestros trayectos nos encontramos hasta a un
Chaman Peruano con una prole de seguidores austriacos, bailando eufóricos al lado del
lago. La escena es bastante peculiar. Cuando bajamos de nuevo nos sorprende una tormenta así
que pasamos por nuestra casita ambulante para coger los chubasqueros. Seguimos dando pirulos
por la otra ladera del valle, que tiene unas vistas del Mont Blanc bastante imponentes,
mucho frío, ya estamos pasados por agua, así que nos tomamos un chocolate caliente. Por la
tarde nos vamos a visitar el glaciar de Bossoms, el más bajo de los Alpes, que acaba a tan
sólo 1410 metros de altitud. La imagen es espectacular. Intentamos subir algo más arriba
para ver el glaciar desde el origen, pero a mitad de camino nos encontramos con unos
españoles que nos cuentan que todavía nos queda una hora y media de trayecto andando cuesta
arriba, así que como se nos hace tarde decidimos dejarlo para mañana. Ya os contaremos... El
resto de la tarde nos la pasamos mendigando electricidad y wifi por los bares de Chamonix,
terminando con una considerable borrachera a base de cervezas ya que los móviles, el
ordenador, la cámara... tardan en cargar, y ¿qué otra cosa puedes hacer en las cervecerías
de Chamonix? Ah, nos encontramos a Ana (novia de Dani de Vega), que está alojada en Annecy,
un pueblo cercano donde dormiremos mañana ¡qué coincidencia! Hoy nos iremos pronto a
la cama para continuar mañana con nuestras rutas por el valle de Chamonix...

1 comentario:

  1. ¡Saludos!
    Gracias por prestar atención a mi aviso.
    Por su importancia, este aviso está subvencionado para que llegue a la persona adecuada.
    Soy Ana María, de Tarragona, almirante jubilada, en cuidados intensivos por enfermedad.
    Por esta enfermedad y por lo que revelan mis exámenes médicos, mi supervivencia es limitada.
    Al no tener familia, mi padre eclesiástico y guía espiritual me recomienda dar mi herencia para obtener el favor divino por las actividades en las que me he involucrado durante mi carrera.
    Para ello, deseo colocar a mi bichón Mila, que ha sido la alegría de mi vida durante los últimos años, con una familia, y una suma de 317.000 euros que, además de proporcionar los cuidados necesarios a Mila, se utilizará para ayudar a los niños pobres y a las personas sin hogar.
    Para ayudarme a cumplir esta misión, me gustaría pedir a quien esté interesado que se ponga en contacto conmigo por correo electrónico para mantener una conversación franca y honesta.
    Muchas gracias.
    anamariajulio38@gmail.com

    ResponderEliminar